domingo, 6 de julio de 2008
Continuamos con este análisis sobre las causas de la actual crisis económica. La causa que voy a comentar hoy, a diferencia de las dos anteriores, no es una crisis mundial o global sino que es algo muy focalizado en España.
Fin del modelo de crecimiento español
España, durante los últimos 10 años, se ha caracterizado por un crecimiento económico basado en la construcción, nuestro PIB (el valor de todos los bienes que se producen en un país) ha aumentado en máximos históricos porque las grandes constructoras se ha inchado a construir y vender viviendas. Esto durante unos años no ha sido negativo, porque ha dado empleo a muchas personas, ha hecho crecer la economía española en su conjunto (pensemos en todos los sectores relacionados con la construcción) y porque no decirlo, ha creado grandes empresas españolas capaces de competir con el resto de Europa.
Hasta aquí, todo ha sido muy bonito, si no tuvieramos en cuenta de que éste modelo de crecimiento es insostenible. Insostenible porque las constructoras e inmobiliarias vendían pisos por un valor desorbitado, aprobechandose del contexto económico de bajos tipos de interés que invitaba a las personas a endeudarse (el tipo de interés real ha sido negativo durante varios años, esto siginifica que endeudarnos era mejor que ahorrar). ¿Que pasaría si subieran los tipos?
Si a este contexto le sumamos la cultura del español medio, de tener sus ahorros en ladrillos porque es un valor seguro... y le sumamos la especulación...pues el resultado es una búrbuja inmobiliaria. Una búrbuja se llama a algo que esta sobrevalorado, que el precio no refleja su valor real. Uno de los ejemplos de burbuja más representativo es el de la burbuja tecnológica del año 2000. Con los inicios de Internet y de las webs se empezarón a crear empresas con proyectos e ideas que a priori parecían innovadoras, ya que se consideraba que todo lo relacionado con Internet sería un éxito. Los inversores empezarón a comprar cómo locos acciones tecnológicas y las acciones de las empresas subían como churros (esto ocurrió durante un corto periodo de tiempo) y cuando en marzo o abril las empresas empezarón a mostrar sus resultados, ohh sorpresa de todos, la mayoría eran negativos (negativos porque las ideas no eran malas pero ¿cuantos usuarios tenían Internet en el año 2000?) y entonces la burbuja se pinchó... y empezarón a bajar las acciones y mucha gente se arruinó.
Actualmente, en España, la burbuja inmobiliaria esta desinchandose poco a poco porque han subido los tipos de interés y porque los bancos por la crisis Subprime no prestán el dinero tan facilmente como antes a las constructoras e inmobiliarias.
Esto provoca que este año un gran número de inmobiliarias hayan cerrado porque no pueden vender sus pisos y en cambio si deben afrontar sus deudas... y esto provoca paro...y también provoca que empresas relacionadas con el sector de la construcción pases por serias dificultades...
En fin, son consecuencias que todo economista hubiera previsto porque los modelos económicos de crecimiento a largo plazo no se basan precisamente en la construcción, sino más bien en la productividad.
Productividad, bonita palabra que ningún gobierno de este país (ni los de ahora, ni los de antes) ha promovido lo suficiente. Somos un país tercermundista en inversión en I+D por parte de las empresas. Si fuesemos capaces de aumentar la productividad en éste país formando a los pequeños empresarios en tecnologías de la información, dando facilidades fiscales a la inversión en I+D y otras muchas medidas, igual dejaríamos de ser uno de los países de Europa dónde más horas extras realizamos...y la conciliación entre vida laboral y vida familiar sería más facil de realizar.
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