miércoles, 16 de julio de 2008
Escribo esta entrada porque cada vez que oigo a los agricultores o ganaderos quejarse se me revuelve el estomago...
Toda esta historia empezó un buen día hace mucho tiempo en la entonces CEE (Comunidad Económica Europea). Cuando se planificaban las políticas de comercio común de toda la CEE, se planteó el siguiente dilema:
- Si no ponemos aranceles a los productos agrarios, los africanos, asiáticos y sudamericanos nos invadirán con sus productos más baratos el mercado europeo. Entonces nuestros 'amados' agricultores europeos no podrán vender sus productos y tendrán que dedicarse a otra cosa. ¿Cómo yo, gobierno de España, Francia o Alemania, voy a permitir eso? ¿Cuando los agricultores no dejan de ser unos votos que pueden decidir unas elecciones?
Apartir de esta reflexión se creó la Política Agraria Común, conocida como PAC. Las PAC nos cuestan a los europeos alrededor del 40 % del presupuesto comunitario y todo para tener contento a los agricultores.
Las PAC consisten en una subvención que da la UE a los agricultores y ganaderos para que puedan vender sus productos a un precio razonable (casi siempre por debajo de los productos africanos, asiáticos o sudamericanos).
¿Que me indigna de las PAC?
---Me indigna que cada vaca europea tenga para vivir casi 2 € al día y que hayan miles de millones de personas que no lleguen a esa cantidad al día.
---Me indigna que se realicen políticas poco sostenibles en el tiempo, porque aún entendería esta subvención si de mientras se hiciesen programas de ayuda a la formación a agricultores para de esta manera: fomentar que los agricultores europeos fuesen más competitivos en aspectos diferentes al coste (diferenciar el producto) o se dedicasen a otra actividad con mayor valor añadido.
---Y sobretodo lo que más me indigna es que los políticos europeos vayan con la sonrisita a todos los países del tercer mundo, prometiéndoles ayuda y demás, cuando lo que de verdad necesitan estos países es tener acceso a un mercado dónde vender sus productos agrícolas (Europa). Esto no sólo provocaría el enriquecimiento del país que exporta alimentos sino que también ayudaría a paliar el fenómeno de la inmigración y a la vez, haría que a nosotros, los consumidores europeos pagásemos menos por los alimentos.
Tampoco quiero decir con ésto que los agricultores europeos no me importan nada, porque no dejan de ser personas con familias, pero si que se tendrían que adaptar a la economía de mercado actual. Ellos aunque les cueste esfuerzo el cambio de actividad tienen la oportunidad, están en países desarrollados; en cambio a las personas que perjudican (africanos, asiáticos y sudamericanos) no tienen la oportunidad, o se dedican al campo y venden sus productos o se mueren de hambre.
1 Comment:
El día que eliminen estos arenceles creo que se producirá un reacción en cadena muy interesante
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